El silencio de la mañana

Normalmente todas las mañanas pareciera que despierto entre las 6:45 y 7:15 AM, estoy duchado vestido y he tomado desayuno a eso de las 7:40 para estar en el Metro a las 8 AM o idealmente antes, cosa de poder subirme sin biajar demasiado aplastado.

Todo es un supuesto ya que, si bien es cierto consigo todo eso, normalmente termino de despertar a eso de las 9 AM cuando estoy en el Metro o cuando ya he llegado a la oficina.

¿A qué viene todo esto? Es un reclamo, como casi todos mis artículos. Reclamo contra los criminales del Metro que pensando en nuestro deleite y entretenimiento ponen a disposición de los usuarios de Metro TV, pero ¿es necesario poner tan fuerte el volumen de los televisores a esas horas de la madrugada? Aparentemente es premeditado, ya que a otras horas del día esoso televisores están a volumen decente. Es tan fuerte el sonido que ni siquiera puedo escuchar el 5.1 de mis pensamientos, y ya empieza a resultar desagradable llegar todos los días con el cerebro "jingleized".

La situación amerita una carta de reclamo al Metro, lo que tendrá por respuesta la típica:

"Estimado Sr. [apellido de quien reclama]:

Cada día Metro de Santiago recibe del orden de [número aleatorio múltiplo de chorrocientos mil] usuarios, que utilizan este medio de transporte. Pensando en su bienestar [muchas flores al servicio reclamado, sin entregar ninguna respuesta concreta]. Agradecemos su preferencia ya que su opinión resulta de vital importancia para mejorar nuestro servicio.

Le saluda atentamente,
[Encargado de turno para "firmar" los correos]"

Ya llevo al menos 3 cartas al Metro todas con respuestas "tipo".