A gamba y a cien la redacción
Hace algún tiempo, me referí a la particular manera en que se comenzaba a llevar un nuevo proyecto, con (y tristemente en) la anaranjada y mexicanizada empresa de telefonía móvil que evitaré mencionar. Dentro de las cosas a las que hice mención fue al JP (Jefe de Proyecto) que lleva "la gracia". La cosa es que después de algún tiempo trabajando con él y viendo como se desenvuelve con el cliente, mis 1eras impresiones quedan confirmadas, pero lo que "más destaca" es su peculiar manera de redactar.
Junto a mi jefe directo, me tocó revisar un documento que emitió el angelito en cuestión, cosa de poder transformarlo de documento de requerimientos a propuesta técnica, una práctica bastante "original" por decirlo menos. Si lo resumo en un regalo que le haría, sería un diccionario de sinónimos y antónimos. Casi obsena la cantidad de veces que, por párrafo, repetía la palabra proceso y derivadas. Luego fue la traducción del documento, ya que había parte que derechamente no se entendían. El típico caso de quien escribe y no lee después de escribir.
La cosa es que hoy envió un mail y la verdad es que si bien es cierto se entendían o al menos se podían deducir algunas cosas, había otras que se prestaban para demasiada confusión. Fue más fuerte que yo, y me vi en la "obligación" de responder su correo pidiendo literalmente que "tradujera" algunas secciones. Paralelamente le enviaba un mail pesonal, en un tono que me esforcé por hacer "amistoso y buena onda", donde le sugería revisar con cierta minuciosidad los correos antes de presionar el botón de envío. Evidentemente se lo tomó por el lado "no amable" y despotricó en términos bastante duros, 1ero diciendo que en este proyecto es mi jefe por lo cual yo debía reportarle mis acciones (a lugar...), 2do enrostrándome que lleva más de una decena de años como jefe de proyecto y es 1era vez que recibe una mail como el que le envié (siempre hay una 1era vez para todo) y finalmente alegando que no fue ni la forma ni el modo adecuado, no iba a considerar mi observación y que deseaba que no se diera nuevamente un episodio como este. Claramente una respuesta en caliente.
Lo irónico fue el matiz de los correos de respuesta, donde nuevamente nos iluminaba con su capacidad para hilar crípticamente las frases, de manera de dificultar su comprensión. Claramente respondió de golpe y porrazo y no leyó que era lo que estaba enviando. Decidí enviarle un correo "lamentando si se sintió ofendido" lo que es muy diferente a pedir disculpas por mis palabras, de las que obviamente no me arrepiento, es que ¿tan difícil es aceptar la cruda verdad?
Al menos con ese correo aparentemente se calmaron los ánimos y en correos posteriores, aún cuando dijo no tomar de buen grado mi sugerencia, el cambio fue notable. Si hasta diría que pasó por el corrector ortográfico sus correos, y el documento que mandó es digno de una buena cátedra de castellano, todo muy claro y explícito.
Reconozco ser exageradamente quisquilloso en materia de letras, disfruto mucho de la lectura, al menos 5 o 6 libros al año (y no necesariamente los Best Seller del momento), disfruto también de la escritura casual (cualquier cosa que no constituya documentación técnica de un proyecto), tengo muy buena ortografía y procuro redactar bién, así que lo mínimo que espero de alguien que dice tener hartos años de circo más que yo, es que redacte de manera entendible. Y por lo visto es mucho pedir...
Citando a James Kilpatrik quien nos revela el misterio de la buena redacción: "Les diré un secreto. El arte de la redacción consiste únicamente en esto: tener algo qué decir, y decirlo bien. Cuando un trabajo escrito fracasa, fracasa por una de estas razones o por la otra. O por ambas. Yo no te puedo ayudar con la tarea inicial de tener algo qué decir que valga la pena. Esa es tarea tuya. Medítalo."
"La segunda parte de la fórmula es decir ?bien? lo que tenemos que decir. Para escribir bien, uno debe esforzarse por escribir bien. Debemos constantemente estar leyendo de manera voraz. Debemos escribir incesantemente. Debemos usar cada uno de los sentidos con toda intención. Este es el meollo del arte de la redacción: Debemos mirar con intensa concentración y escuchar con intensa concentración, y debemos gustar y olfatear y tocar con toda la concentración que podamos aplicar a la tarea." (Fine Print: Reflections on the Writing Art).
Es más, si obviamos las alusiones religiosas del artículo fuente, tenemos muchas sabias recomendaciones que los Jefes de Proyecto, y sobretodo aquellos que se encargan de traspasar los requerimientos de los clientes a quienes finalmente implementaremos dichos desarrollos, debieran intentar seguir.
Quizás en vez de dedicarme a la máquina debiera dedicarme a escribir artículos para periódicos y revistas de tecnología, o quizás debiera ser escritor, o dramaturgo, o guionista de cine, o quizás debiera dedicarme a sembrar papas y tomates en el sur y no pelar a mis jefes en el blog... pero es con cariño :)
1 Comments:
Es un problema habitual en realidad. Lo cursioso es que ahora se dá mucho en instancias "profesionales". Mucha gente está escribiendo con un nivel técnico muy bajo. A veces me preocupa, ya que también me considero quisquilloso en ese aspecto.
Muchas veces nos vemos sometidos "tortuosamente" a nuestra triste realidad. Al menos los que pretendemos ser un poco más respetuosos y conservadores con nuestro idioma.
Por cierto, mis sinceras felicitaciones. Eres de esas pocas personas del área "no-humanista" que escríbe realmente bien. Cosa poco vista actualmente. Tengo "colegas" que escriben aún HABIÓN (Irónicamente muchos cursando patudamente Post Grados).
Da para pensar.
Un abrazo
Publicar un comentario
<< Home