lunes, febrero 20, 2006

Como el porque se explica solito, o porqué el nuevo proyecto me causa dolores de cabeza

No puedo dejar de referirme a esto. Sucede que nuevamente proyecto habemus, bueno en realidad no es noticia reciente sino de hace al menos un mes y medio atrás. Lo entretenido de todo esto es que el grado de indefinición del mismo nos tiene para variar atrasados, y lo que es derechamente peor, NO por nuestra culpa (nosotros: equipo de desarrollo).

A las varias indefiniciones por parte del cliente, una recientemente comprada por empresa extranjera empresa de telefonía móvil, cuya señal se caracteria por ser derechamente MALA, se suma un mal planteamiento del proyecto, y que los extras que me acompañan son más lastre que apoyo. Si no me estreso es por milagro.

Pero, no señores, eso no es todo. El jefe de proyecto de nuestro lado ha demostrado que no está ahí precisamente por ser demasiado bueno, sino por haber trabajado varios años con el cliente en cuestión, por ende conocer el tejemaneje de ellos, con todos sus males y vicios, y además por ser él quien define los requerimientos funcionales (que ni siquiera el cliente tiene muy claros) de los proyectos que el cliente quiere que nosotros implementemos. Es decir, estamos sumergidos en un lodo de malas prácticas. Entre las varias ironías, el requerimiento funcional que nos entregaron al principio no nos sirve, ya que estaba basado en pantallas que no se utilizarán, lo que se traduce en 3 semanas perdidas.

Y para colmo de males vamos a tener que desarrollar allá, asó que mi grado de felicidad es inversamente proporcional al grado de stress que se me viene. A veces pienso que debiera haberme quedado de vacaciones.