martes, febrero 21, 2006

El teclado fantasma

Inspirado por un juguetito que vi en Think Geek y queriendo hacer una versión casera bastante más decente que la que hice en la oficina, tengo el agrado de presentarles el Teclado Fantasma.

¿Cuál es la gracia? Es un teclado que no tiene el típico rótulo sobre sus teclas, sino que las tiene todas borradas. Yaaaaa, ¿y el objetivo? Obviamente dar dolores de cabeza a todos quienes deseen usar el computador propio, dado que la gran mayoría tipea viendo las teclas. No niego que también lo hago, pero tener un teclado fantasma me ha obligado a por lo menos memorizar las posiciones de las teclas.

Los ingredientes:
  1. Un teclado, dentro de lo posible lo más normal que uno pueda comprar, sin las molestas teclas de apagado y suspensión del PC, ni tampoco las habitualmente inútiles teclas multimedia.
  2. Dremel o similar
  3. Lija al agua de grano grueso y grano fino
Imagino que no es necesario que especifique que es lo que se hace con cada cosa, para aquellos poco creativos la idea es borrar todas y cada una de las teclas de su teclado.

Anteriormente lo hice con acetona en el teclado del PC de la oficina. El resultado no me dejó del todo conforme, las teclas tienden a disolverse un poco y quedan brillantes.

Entre las 3 lucas que sale un teclado normal (aunque hay que reconocer qu cada vez cuesta más encontrar uno con las características de mi agrado) y los 70 dolares que sale comprar la maravilla de fábrica, que ni siquiera viene en idioma español, no hay donde perderse.

Espero pronto poner las fotos.

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1 Comments:

Blogger Horacio said...

Sin duda eres el embajador chileno del Do It Yourself jajaja. Pensé que con los pedales ya tenías suficientes cables que soldar, pero veo que también te gusta lijar y lijar.

Igual con tiempo y un prolongado uso, uno puede acostumbrarse a la posición de algunas teclas. Al menos las más utilizadas. Yo aún no llego a ese nivel (jajaja ¿Nivel?), pero en realidad lo veo bien interesante para evitar usuarios un tanto "entrometidos" en el computador propio. Original, me agrada la idea de personalizarlo todo.

Sobre mi nota mental: No fue nada grave, sólo errores tontos que pasan a ser parte de los clásicos gajes del oficio en la vida cotidiana. Detalles pequeños imperceptibles para muchos, pero cuando te das cuenta más tarde cuando la vieja ya pasó, son un verdadero ají en donde menos te gusta. Todo solucionable en todo caso.

Gracias por la preocupación, la experiencia es la mejor amiga al final del camino.

Saludos, maestro.

miércoles, febrero 22, 2006 12:49:00 a.m.  

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