martes, enero 03, 2006

¿Qué es lo que soy?

En la medida que escaneo 107 hojas que conforman el plan de estudios de alcancé a cursar en la Universidad de Chile (a 1 página cada 2 minutos tengo como para 2 horas más), me he puesto a reflexionar...

Mi 1era reacción es "Se supone que yo se todo esto... ¡Uuuuuh! (inserte cara de asombro)", y en parte es así, gran parte de todo eso, o alguna vez lo supe. Después empiezo a rememorar mi día, las casi clases de modelamiento de base de datos que hice en la pega (estoy pensando seriamente en cobrarlas aparte), la reunión de la tarde, el PC suicida de mi polola y finalmente la eterna y para mi gusto inútil cadena de correos de mis ex-compañeros de colegio, que se empeñan por intentar reunirse nuevamente, recién después de casi 10 años. Eso da para otro blog entero...

Pienso nuevamente y me pregunto ¿qué fui hace más de 10 años atrás? Estaba en el colegio, había llegado desde otro país, otra cultura, con otros valores, fuí víctima de la pubertad, compañeros que por mi forma de ser marcaron muchos aspectos de mi personalidad. Y sin darme cuenta en ese minuto, fui el centro del Universo. Sí, tal como se lee EL CENTRO DEL UNIVERSO. Aquellos con quienes compartí en la sala de clases estuvieron buen tiempo pendientes de mi, como molestarme, como burlarse, como herirme. Cómo fui blanco de pelambres y envidias. Cómo fui destronando a los "líderes" y cómo me gané el respeto y admiración de muchos con mi rendimiento académico. Fuí el centro del Universo. Y así todo estos ilusos pretenden que yo me les una en su celebración del reencuentro. ¿Resentido? No, simplemente tengo mejores cosas que hacer y si quiero perder el tiempo o disfrutar de una velada agradable, tengo buenos amigos que hasta el minuto no me han fallado nunca.

¿Y ahora que soy? Lo pienso de muchas maneras y no concluyo gran cosa. Claramente ya no soy el centro del Universo, pero si soy un personaje muy capaz, y de muchas cosas. Laboralmente prefiero no autocalificarme, pero evidentemente malo no soy.

A muchos podrá parecerles un artículo muy ególatra, megalomaníaco, engreido y arrogante. Reconozco que de todo eso hay una pizca (una muy buena pizca), es lo que me hace tan "especial". Debo ser yo mismo, yo mismo quien se crea el cuento, yo mismo quien alimente mi propio ego y sea el mejor, es una de las maneras de triunfar. Si no fuera por eso lo más seguro es que estaría perdiendo mi tiempo tratando de reunir a un curso que nunca estuvo interesado en forjar lazos fuertes de amistad.