Vida con banda sonora

Hoy me espera un día bastante agitado. LLegué a la oficina cargado con 2 de mis guitarras, la Schecter C1-LE Que se va a mantención y enchulamiento, y la Ibanez RG 7620, que se va de visita a casa de un amigo. En vista que como ayer salí con un gran amigo, quien de paso entre las múltiples conversaciones que tuvimos me ayudó a solucionar varios dilemas computacionales, se me quedó el 5to libro de Las Crónicas de Narnia, me vine escuchando música en el PenDrive.

Nota al margen: Acabo de releer lo recien escrito y me doy cuenta que estoy condenado, estoy absolutamente tecnologizado. Menos mal que aún disfruto de la literatura en papel.

Continúo, la cuestión es que disfrutaba de música muy ad hok con la situación, casi corriendo por las escaleras del Metro, como si fuera la banda sonora del momento. Da para pensar un minuto, tenemos mñusica hasta el fin de los tiempos y al menos una canción, independiente del autor se a puede ajustar a cualquier situación. En un foro amigo, surgió una discusión en torno a las bandas sonoras que pondríamos en nuestras vidas. No se si podría, quizás si me diera el tiempo llegara a algo decente, pero son muchas las cosas que he vivido, y aún tengo muchas más por vivir.

Por eso mismo, prefiero simplificarme la vida y sencillamente disfrutar de la música tal como viene, sin filosofía incluida.