Aquél del asunto del ascensor, cuenta regresiva y otras yerbas
Revisaba algunas de las entradas de mi blog y me di cuenta que nunca conté eso del ascensor.
Bueno resulta que el día anterior a dicho escrito como suele suceder, y estoy imaginando que tendré una cierta tendencia a jugar con los medidores de luz cosa de rememorar mi estadía en La Isla, se fue la luz, perdimos energía eléctrica en el hotel. Hubiera sido parte de las cosas normales si no fuera porque con Patty, una compañera de trabajo, nos quedamos atrapados en el ascensor por algo así como 15 minutos.
La verdad es que no es tan terrible si tienes como entretenerte, nos pusimos a conversar trivialidades, no es precisamente el mejor lugar ni la mejor circunstancia para ponerse a filosofar, pero pronto empezó a hacer calor, ni siquiera a faltar el aire. La Patty obviamente empezó a desesperarse, el botón de alarma empezó a ser presionado y terminaron subiendo a mano el ascensor. Fue misceláneo, una cosa más que espero no me suceda nunca más en la vida.
Ya es jueves, empiezo a contar los días. A priori, siempre y cuando no reciba ordenes de mi jefe directo (no cuentan ni valen los jefes en visita), viajo de vuelta a Chile este sábado, llegando a México en la tarde y llegando luego a Chile la madrugada del domingo. Si está en mis manos determinar no volver nuevamente, lo haré. No me atrae en lo más mínimo regresar, ni siquiera por dinero, aún siendo el mercenario que digo ser. He visto la cara real de la empresa, la manera real como se llevan los proyectos, la manera real de como se negocian, la manera real de como se definen las prioridades. El problema no es la forma, es el como, las maneras no son las adecuadas, la fórmula conocida es una manera de hacer las cosas, mas no la manera adecuada de hacerlas, al menos a mi parecer. Es inconcebible que un proyecto que lleva del orden de más de un año siga moviéndose a ritmo de tortuga, independiente que se deba al ritmo local o no. No están dadas las condiciones para hacer desarrollos aquí, tan solo instalaciones y siempre y cuando todo lo necesario esté al día, no sólo por parte del cliente sino por parte de la empresa también, léanse pruebas, definición de requerimientos, requerimientos del cliente, modificaciones varias. En fin, sigamos en el País de las Maravillas, y no precisamente la Isla, a mi parecer las únicas maravillas aplicables son las flores...
Estoy cansado y he sacado cachos que desconocía, ya empiezo a desarrollar un grado de intolerancia a los particulares y diversos sentidos del humor que me rodean, echo de menos mi tierra y mi espacio. QUIERO IRME. Ah, y el informe ese que estaba pendiente, bien gracias, saludos manda.
Cambio y fuera (al menos por hoy).
Bueno resulta que el día anterior a dicho escrito como suele suceder, y estoy imaginando que tendré una cierta tendencia a jugar con los medidores de luz cosa de rememorar mi estadía en La Isla, se fue la luz, perdimos energía eléctrica en el hotel. Hubiera sido parte de las cosas normales si no fuera porque con Patty, una compañera de trabajo, nos quedamos atrapados en el ascensor por algo así como 15 minutos.
La verdad es que no es tan terrible si tienes como entretenerte, nos pusimos a conversar trivialidades, no es precisamente el mejor lugar ni la mejor circunstancia para ponerse a filosofar, pero pronto empezó a hacer calor, ni siquiera a faltar el aire. La Patty obviamente empezó a desesperarse, el botón de alarma empezó a ser presionado y terminaron subiendo a mano el ascensor. Fue misceláneo, una cosa más que espero no me suceda nunca más en la vida.
Ya es jueves, empiezo a contar los días. A priori, siempre y cuando no reciba ordenes de mi jefe directo (no cuentan ni valen los jefes en visita), viajo de vuelta a Chile este sábado, llegando a México en la tarde y llegando luego a Chile la madrugada del domingo. Si está en mis manos determinar no volver nuevamente, lo haré. No me atrae en lo más mínimo regresar, ni siquiera por dinero, aún siendo el mercenario que digo ser. He visto la cara real de la empresa, la manera real como se llevan los proyectos, la manera real de como se negocian, la manera real de como se definen las prioridades. El problema no es la forma, es el como, las maneras no son las adecuadas, la fórmula conocida es una manera de hacer las cosas, mas no la manera adecuada de hacerlas, al menos a mi parecer. Es inconcebible que un proyecto que lleva del orden de más de un año siga moviéndose a ritmo de tortuga, independiente que se deba al ritmo local o no. No están dadas las condiciones para hacer desarrollos aquí, tan solo instalaciones y siempre y cuando todo lo necesario esté al día, no sólo por parte del cliente sino por parte de la empresa también, léanse pruebas, definición de requerimientos, requerimientos del cliente, modificaciones varias. En fin, sigamos en el País de las Maravillas, y no precisamente la Isla, a mi parecer las únicas maravillas aplicables son las flores...
Estoy cansado y he sacado cachos que desconocía, ya empiezo a desarrollar un grado de intolerancia a los particulares y diversos sentidos del humor que me rodean, echo de menos mi tierra y mi espacio. QUIERO IRME. Ah, y el informe ese que estaba pendiente, bien gracias, saludos manda.
Cambio y fuera (al menos por hoy).
Etiquetas: La Isla
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