lunes, octubre 31, 2005

Idioma isleño

Obviando mis obvios deseos de devolverme, por las múltiples y obvias razones que si bien ameritan mencionarse no lo haré, quiero hablar del idioma.

El viernes me tocó por fin tratar con el usuario final, 3 nativos de la zona y me enfrenté a la gran dificultad, el idioma. Traté de hablar lo más pausado posible, modulando cada palabra al máximo, evitando acelerar las frases, evitando los modismos, siendo idiomáticamente, lo más neutro posible. Me di a entender, creo que mi acento es más neutro y entendible que el local. Hablan como si tuvieran la lengua pegada al paladar, la R no existe en su abecedario, y ese sin son caribeño ya empezó a volverseme desagradable.

El fin de semana fue de trabajo, y el domingo llegó otro chileno, un comercial de la empresa, que viene a atender los asuntos "comerciales" del proyecto. Almorzamos en el llamado Jazz Café. Camarones casi hasta el cansancio, y luego un paseo por la parte vieja de la capital de la Isla. A mala hora se me quedó la cámara en el hotel. Mientras, buscábamos algún lugar donde reparar un neumático desinflado.

La cosa es que una vez más quedo al corriente de una serie de palabras y frases que tienen significados absolutamente distintos:
  • Al tiro: En Chile corresponde a "de inmediato". Aquí en La Isla, dícese al tiro cuando uno se va a juntar con los amigos y v a ir a tomarse unas cervezas.
  • Ponchera: En Chile tiene al menos 2 acepciones:

    1. Panza prominente de cualquier ser humano.
    2. Recipiente para ponche. Ponche es normalmente una mezcla de vino con frutas blancas.
    Aquí ponchera ccorresponde a lo que en Chile llamamos "vulcanización", lo que genéricamente entenderíamos como "lugar donde reparar neumáticos desinflados".


  • Guagua: En Chile es un bebe. Aquí en La Isla es un autobus pequeño, las que en Chile se llaman "liebres". Hay variaciones, hay unos camiones con acoplado y asientos de madera o plástico que se llaman "camellos", imagino que no deben ser conceptualmente muy diferentes a las "micros" de Chile.
Lo único que tengo claro que no hayo la hora de llegar a mi patria a escuchar el peculiar idioma chileno y comerme una buena cazuela con ensalada, y un mariscal, y un sanguche de potito.

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