10 dí­as en La Isla

Si nos ponemos rigurosos llevo exactamente 10 días en una isla cuyo nombre prefiero no mencionar, es como aquél lugar de La Mancha, pero los Quijotes son otros. En fin, hace calor, es muy húmedo, las tormentas son pan de cada dí­a y las mujeres andan relativamente ligeras de ropa, por el calor obviamente.

Todo es considerablemente más lento en relación al ritmo al que estoy acostumbrado, y en la medida que pasa el tiempo me doy cuenta que no se que tan útil ni indispensable resulte mi presencia aquí­, pero bueno, en el peor de los casos me sirve para conocer.

Aunque pensándolo bién tampoco me queda claro que tanto pueda conocer, dado que viví­ 6 años aquí­ al lado (en otra isla tampoco mencionable debido a las referencias y las deducciones que puedan salir de ella).

Cosas que extraño (no necesariamente en orden de importancia):

• Mi casa
• Mi cama
• Mi computador
• Mi familia
• Mi polola
• Mi perro
• Mi guitarra
• Una conexión decente de internet
  

Cosas que no extraño:

• No se

Lo que si tengo claro es que no se si volverí­a, espero que no, al menos no en condiciones de no claridad respecto a nada.

¿Disconforme? La veldá veldá' no, pero alegar es parte de mi. Es lo que me hace tan especial.